Los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP´S) o emocionales se brindan como una primera ayuda en casos de emergencias o desastres, con el propósito de aliviar un poco el sufrimiento y reducir el impacto psicológico posterior a la vivencia de un evento adverso.
El auxilio emocional o psicológico no es una terapia, pero es importante para poder restablecer las emociones en el momento de crisis y disminuir el riesgo de secuelas; es una técnica de primera ayuda, práctica y sencilla que no necesariamente puede ser solo aplicada por profesionales de la salud metal, es decir todas las personas con conocimientos y/o un entrenamiento básico sobre el tema, pueden realizarlo.
Para llevarlo a cabo es importante considerar tener empatía, respetar ideas y creencias diferentes a las propias, saber escuchar con atención y mantener la calma, generar confianza, tener la capacidad de identificar riesgos, poder ayudar a generar soluciones, considerar el entorno y el contexto de la persona que recibirá el apoyo para transmitir un mensaje adecuado, pero sobre todo mantenerse como un modelo de calma, servicio y organización.
Como parte del proceso practico de los PAP´S se puede considerar ejecutarlo en tres fases:
- Observar: Mediante la observación, se logra una selección que prioriza a las personas en mayor situación de vulnerabilidad y sus necesidades inmediatas.
- Escuchar: En este momento se hace el primer contacto, este acercamiento permite crear un vinculo de expresión y acompañamiento y nos ayuda a priorizar las necesidades identificadas.
- Conectar: se establece un encuentro empático y respetuoso, implica brindar apoyo a las personas para que utilicen sus propios recursos y habilidades para hacer frente a situaciones difíciles y recuperar un sentido de control.
Cuando una persona se encuentra en un estado de agitación y alteración intensa, es fundamental aplicar estrategias que contribuyan a tranquilizarla. Esto implica promover el uso de técnicas de respiración, permanecer cerca para determinar el momento oportuno de acercarse, mantener la serenidad y el silencio, y brindar información pertinente sobre la situación y el entorno para ayudar a orientar a la persona en el presente.
Adicional a la práctica se puede considerar buscar un lugar donde la persona se sienta segura, respetar los silencios, dejar que la persona se exprese y hable lo que desee, no presionar y no tocarla a menos que diga que está bien que lo hagas, no hablar de tus experiencias ni prometer lo que no sabemos si será posible y reconocer la fortaleza y valentía de la persona.
Después de proporcionar los primeros auxilios emocionales, se implementan medidas de apoyo especializado en aquellos casos que lo requieran, así como acciones de fortalecimiento comunitario en las áreas afectadas.
Las emergencias y desastres tienen repercusiones en la salud mental y el bienestar psicosocial, alterando los proyectos de vida y debilitando las redes de apoyo social. Esto puede generar desequilibrios emocionales, su evolución dependerá de la rapidez con la que se brinde una respuesta de apoyo para reducir los efectos negativos y fortalecer el funcionamiento tanto individual como colectivo de las personas afectadas.
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Fuentes de información:
Ministerio de Salud: http://bvs.minsa.gob.pe/local/MINSA/4793.pdf